1971-1975 JAGUAR E-TYPE SERIE III V-12

DAIMLER MOTOR CAR COMPANY (UK)

DAIMLER MOTOR CAR COMPANY (UK)

Daimler estableció la piedra angular de la industria automovilística británica, pero el nombre, actualmente considerado tan típicamente inglés como el té de la tarde, proviene de Alemania. El ingeniero Gottlieb Daimler (1834-1900), padre del automóvil, trabó amistad con un inglés de ascendencia alemana, el ingeniero Frederick Richard Simms (1863-1944). Ambos se conocieron en 1890, en una exposición de mecánica en Alemania, en la que Simms quedó profundamente impresionado por el motor monocilíndrico de 4 tiempos de Daimler.

En 1893, Simms fundó Daimler Motor Syndicate en Londres. La legislación británica de la época limitaba el uso de los coches, por lo que el motor sólo podía utilizarse en barcos. Un grupo cada vez mayor de entusiastas de los deportes de motor finalmente logró hacerse escuchar por aquellos que detentaban el poder y cuando su Alteza Real el Príncipe de Gales, más tarde convertido en el Rey Eduardo VII, mostró su apoyo a la causa Era evidente que el futuro del deporte de motor estaba más que prometedor. Un financiero, Harry Lawon, logró convencer a Simms de que se separara del Daimler Motor Syndicate y, en febrero de 1896, ambos fundaron la Daimler Motor Company Limited. Fue, sin duda, una decisión arriesgada, propia de Lawson, pero valió la pena.


Se adquirieron instalaciones en Coventry, en aquel momento el corazón del sector de la mecánica y los Motor Mills, como se les conocía, se convirtieron en el centro de las distintas empresas de Lawson. Estas actividades incluían a Daimler, la Great Horseless Carriage Company, Pennington y, al menos durante un tiempo, Humber. A principios de 1897 comenzaron a circular los primeros automóviles de las Fábricas de Motores, equipados con chasis Panhard & Levassor, carrocerías de fabricación local y, bajo licencia, con motores similares a los utilizados por Panhard.

El primer coche de la familia real fue un Daimler, adquirido por el Príncipe de Gales y que, sin duda, contribuyó a crear la imagen de calidad que Daimler muestra hoy en día.

A finales de siglo, Daimler era ampliamente conocida por su alta calidad y fabricaba algunos modelos excepcionalmente buenos. Para confirmar su liderazgo en la industria automovilística británica, Daimler participó frecuentemente en competiciones deportivas. Las victorias obtenidas en Shelsley Walsh y la primera carrera de coches en Brooklands fueron claves para consolidar el nombre de la marca. También fueron excelentes los resultados obtenidos en la Copa Kaiser, el Trofeo Herkomer y la legendaria Targa Florio.



El "período eduardiano" fue un buen momento para los fabricantes británicos en su carrera por competir con la tecnología extranjera. Comenzó el "boom" del automóvil y en 1910, Coventry contaba con más de 50 fabricantes, aunque pocos durarían. Esta popularidad atrajo la atención de importantes empresas, incluida la Birmingham Small Arms Company. BSA habría intentado fabricar coches con poco éxito.

Daimler era el objetivo perfecto para BSA. Ambas empresas estaban bien consideradas en el mundo de la mecánica y muy pocos dudaban de su "pedigrí". La reciente adquisición de los derechos para fabricar motores con válvulas Knight fue decisiva en términos de refinamiento y colocó a Daimler muy por delante de sus competidores. En 1910 Daimler formaba parte de la impresionante BSA pero conservaba, sin embargo, gran parte de su autonomía y autodeterminación.

Para entonces, la mayoría de los principales fabricantes de automóviles se dedicaban a la producción en masa, pero los Daimler continuaron mostrando sus propios estilos de carrocería, a menudo fabricados por especialistas externos como Hooper y Barker.

La Primera Guerra Mundial interrumpió los planes de cambio y la fabricación de coches fue sustituida por los motores para camiones y aviones y una vez finalizada la guerra se reanudó la producción de los modelos anteriores a la guerra hasta que fue posible diseñar nuevos modelos. La reputación de Daimler estaba en su punto más alto y apenas tenía rivales. La empresa Rolls-Royce sólo tenía el Silver Ghost y el Bentley todavía estaba dando sus primeros pasos.

Daimler también disfrutó del prestigio añadido de ser el coche real. En 1919, la familia real ya había recibido 30 Daimler para el servicio oficial de los reyes Eduardo VII y Jorge V. Los motores con válvulas de manguito eran, por entonces, la norma, normalmente en la versión de seis cilindros en línea.

En 1926, Daimler presentó el legendario modelo llamado "Double-Six", diseñado por Laurence Pomorey, en el que dos motores de seis cilindros utilizaban un cigüeñal común creando un V12. Fue, sin duda, uno de los mejores motores fabricados en Inglaterra.

Estos avances técnicos no encontraron su paralelismo comercial y el "crash" de Wall Street perjudicó claramente las ventas. En 1930 llega otra innovación, en forma de una nueva transmisión: el volante hidráulico. Este acoplamiento se combinaba con una caja de cambios preseleccionada cuya suavidad superaba con creces la ofrecida por la transmisión manual. En 1930 se añadió otro nombre respetado al sector. Lanchester había fabricado coches de primera calidad en Birmingham durante tres décadas y gozaba del reconocimiento general como creador de la primera berlina con motor de gasolina y tracción a las cuatro ruedas.

Al principio estaba arriba todo el trabajo del Dr. F.W. Lanchester el que dotó a los modelos Lanchester de su carácter exclusivo y de sus ventajas técnicas respecto a los coches de la competición. El Dr. Lanchester era un genio capaz de aplicar sus conocimientos a cualquier campo, desde el automovilismo hasta la aeronáutica en una época en la que volar no era más que un sueño lejano, incluso para los científicos más respetados.

El coche Lanchester era bueno, pero no se fabricó en cantidades suficientes para cubrir las necesidades económicas de la empresa y durante algún tiempo se siguió fabricando el modelo llamado "Forty", Lanchester, que era un motor de 8 cilindros en línea con notables prestaciones y refinamiento, que pronto se transformó en un pequeño Daimler. El mercado de los coches de lujo se había reducido hasta tal punto que ésta era la única opción comercial posible. En 1936, se presentó el Daimler Fifteen, con un motor de 6 cilindros y 2,5 litros, para aquellos que querían el prestigio pero no el coste de un coche grande.

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